"Me encanta viajar y durante muchos años tuve el proyecto/sueño de algún día construir una villa en uno de los países que visitaba, la única condición... cerca del mar."
Así comienza la historia de Ferrán, creador y propietario de Kanferri Villa, un sueño hecho realidad. ¿Te quedas a descubrirlo?
"En enero de 2014 decidí visitar Sri Lanka, todavía era un destino "poco conocido" en comparación con algunos de los otros países del Sudeste Asiático y eso fue lo que me hizo elegir ese destino.
Entre sus atractivos cuenta con ciudades antiguas como Anuradhapura, Polonnaruwa, templos excavados en montañas como los de Dambulla, la antigua ciudad de Sigiriya, el pintoresco viaje en tren por las tierras altas observando a las mujeres tamiles recogiendo té, parques naturales con elefantes, cascadas, excursiones de avistamiento de ballenas y por supuesto, playa... muchas playas donde poder surfear, kitesurf, snorkel, buceo etc...
Después de recorrer la isla, bajé a la costa sur para descansar y pasar unos días de playa antes de regresar a Barcelona. Fue allí donde conocí a un chico mientras practicaba surf (o lo intentaba). Me explicó que estaba trabajando en una villa que habían comprado unos franceses y que alojaban a viajeros que visitaban la isla. Fue entonces cuando despertó mi inquietud y vi la posibilidad de hacer realidad mi proyecto. ¡¡¡Al día siguiente estaba ante un notario firmando un derecho de compra del terreno que había ido a visitar apenas un par de horas antes!!!"
"Cuando llegué a Barcelona a finales de enero de 2014, de la mano de Marc, un amigo arquitecto, empezamos a dibujar los primeros bocetos de Kanferri. Fue en mayo del mismo año cuando Marc y yo regresamos a la isla para dar forma a esos bocetos en el suelo.
En diciembre de 2014 empezamos con las primeras fundaciones de Kanferri, y una botella de arrak (licor local elaborado a base de coco) ayudó a acelerar la licencia ;-)
Después de mucho esfuerzo, constancia y muchos viajes desde Barcelona a Sri Lanka, llegué a abrir kanferri a principios de 2016."
"La idea de Kanferri es hacerte sentir como en casa, de ahí el nombre Kanferri, un juego de palabras que significa la casa de Ferran en catalán (Ferri es como me llaman cariñosamente mis amigos).
Kanferri está situado en un barrio tranquilo donde la vida transcurre fluida, sin nervios ni estrés, alejado del bullicio de la carretera principal, con el lago Koggala a pocos metros.
Aquí el día empieza muy temprano... sobre las 6 de la mañana, cuando acaba de salir el sol y no hace tanto calor. En ese momento, tanto los lugareños como algunos huéspedes aprovechan para realizar actividades físicas (especialmente surf y yoga para posteriormente descansar o dedicar un rato a la lectura entre bañarse en la piscina, ir a la playa, visitar la ciudad amurallada de Galle o comer un arroz y curry en uno de los restaurantes locales.
Al atardecer, es más que recomendable dar la vuelta al lago Koggala en el barco de mi amigo Madura hasta el atardecer. Asimismo, todas las tardes de 5 a 6 de la tarde se escuchan los rezos de los monjes del templo budista que se ubica a 100 metros de Kanferri.
Una vez que se pone el sol, la actividad se concentra en las casas donde los lugareños comienzan a preparar la cena y no demasiado tarde, el silencio envuelve todo, escuchando solo los sonidos de pájaros, grillos y otros animales de la selva que continúan con su vida durante la noche. mientras los invitados comparten sus experiencias en Kanferri"
Y así vuelve a amanecer en Kanferri!!
Kanferri está situado en un barrio tranquilo donde la vida transcurre fluida, sin nervios ni estrés, alejado del bullicio de la carretera principal, con el lago Koggala a pocos metros.
Aquí el día empieza muy temprano... sobre las 6 de la mañana, cuando acaba de salir el sol y no hace tanto calor. En ese momento, tanto los lugareños como algunos huéspedes aprovechan para realizar actividades físicas (especialmente surf y yoga para posteriormente descansar o dedicar un rato a la lectura entre bañarse en la piscina, ir a la playa, visitar la ciudad amurallada de Galle o comer un arroz y curry en uno de los restaurantes locales.
Al atardecer, es más que recomendable dar la vuelta al lago Koggala en el barco de mi amigo Madura hasta el atardecer. Asimismo, todas las tardes de 5 a 6 de la tarde se escuchan los rezos de los monjes del templo budista que se ubica a 100 metros de Kanferri.
Una vez que se pone el sol, la actividad se concentra en las casas donde los lugareños comienzan a preparar la cena y no demasiado tarde, el silencio envuelve todo, escuchando solo los sonidos de pájaros, grillos y otros animales de la selva que continúan con su vida durante la noche. mientras los invitados comparten sus experiencias en Kanferri"
Y así vuelve a amanecer en Kanferri!!
¡Podrás disfrutar de esta hermosa villa! Está disponible para alquiler en www.kanferrivilla.com
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